El Poder de las Relaciones

¿Recuerdas alguna época, temporada o evento que esperabas con ansias que hasta contabas los días en el calendario?

Yo sí. Casi siempre me gustaba iniciar un año ciclo escolar, aunque en algunos meses quizá esa emoción se iba perdiendo poco a poco. Quizá para otros era Navidad, el verano o alguna otra época del año. Sin embargo, no todas las personas tienen la oportunidad de encontrar espacios de recreación o el tiempo para poder salir de paseo o con amigos. En Guatemala, en realidad, existen pocos espacios públicos para la recreación y en muchas comunidades, los pocos que existen no son seguros para jugar en ellos. Añade, que también dependiendo de dónde te encuentres quizá tu prioridad sea sobrevivir día a día y no existe espacio para el sano esparcimiento o ejercicio.

Es justamente en ese espacio vacío que Nicodemus provee una oportunidad, un campamento donde por 24 horas se tiene la posibilidad de reír, jugar, cantar, conversar, aprender y seguir creciendo relaciones para la vida. Para muchos este es “el evento” del año, donde asistirán a un lugar seguro, donde reirán de cosas sanas, habrá comida segura y entonces pueden descansar y enfocarse en algo más.

“El tiempo de campamento de Nicodemus es un tiempo muy especial porque logras ver desde otra perspectiva a tu joven. Lo ves relacionándose con otras personas y también tienes tiempo para compartir de manera diferente con él o ella. Este tiempo te ayuda a desarrollar más, una relación no solo de mentor – joven, sino una verdadera amistad.” – Andrea, mentora.

Algunos de los participantes este año habían apartado la fecha en su calendario desde que se enteraron, otros contaban los días hacia atrás hacia ese fin de semana. Muchos readecuaron horarios de trabajo y estudio para estar presentes. ¿Por qué? Porque por dos días y una noche pueden volver a ver amigos, mentores, y otras personas de la misma edad. Relaciones que para muchos es de más de 5 o incluso 10 años. Este año 130 jóvenes de 12 diferentes aliados formaron parte del campamento, incluyendo los más antiguos socios como Tiempo de Rescate, Mi Especial Tesoro y el Centro Educativo. Jóvenes de la Ciudad capital, Chimaltenango, San Miguel Petapa, Villa Nueva, Escuintla y otras áreas pudieron reunirse con un mismo propósito.

Durante este fin de semana corto desarrollamos juegos grupales para interior, competencias, porras grupales, roles de liderazgo, comimos, y disfrutamos de un mix de películas y reflexiones. Para el tiempo de fogata pudimos adorar en alabanza, escuchar testimonios de jóvenes que han sido transformados por Dios, en alianzas y proyectos apoyados por Nicodemus. Al día siguiente compartimos un devocional general, juegos de exterior, competencias y dinámicas grupales.

“El campamento fue un tiempo muy bueno. Lo que voy a recordar fue el momento en que los jóvenes estaba dando sus testimonios de como Dios hizo un gran cambio en sus vidas. Me parece que es importante para poder despejarnos un poco de la cotidianidad y tomarnos un tiempo para relajarnos” – Nataly, joven mentoreado.

El objetivo es claro. Queremos que se diviertan sin recurrir a sustancias, malas influencias, a que por un tiempo descansen de su rutina diaria y puedan valorar a las personas que Dios provee. Un espacio para buscar a Dios, para regresar a Él, para recordar que los sigue amando, que los seguimos amando y que por sobre todo lo que suceda o no; las relaciones importan.Para Nicodemus eso significa poder rescatar, restaurar y reconstruir esas relaciones que han sido rotas por cualquier razón, sabiendo que servimos a quien tiene todo el poder de transformar las vidas.Así que nosotros sólo proveemos el espacio, la plataforma y las manos. Él hace el trabajo.

La próxima vez que esperes tanto una fecha, recuerda que nosotros también la esperamos. Cada año esperamos el campamento para poder volver y abrazar a nuestros amigos y amigas porque los amamos no importando donde se encuentren, y porque sabemos que juntos podemos hacer una transformación en nuestras comunidades.